viernes, 14 de diciembre de 2018


 

Bailén, 19 de Julio 1.808-1.991.

¿Es posible la heterodoxia?

 
 
Santiago de Córdoba Ortega
Concejal de Hacienda y Personal del Ayuntamiento de Andújar
Fundador y Director de “Cuadernos de Historia”

 
«La rendición de Bailén», cuadro de José Casado del Alisal que se exhibe en el Museo del Prado,
con el general Castaños a la izquierda y el derrotado general Dupont a la derecha
 
 
 
Sr. Alcalde, Don Luis Villarejo.  Sres. de la Comisión de Festejos.
 
PUEBLO DE BAILÉN.
 

-        Cambio mi vida por este momento.

     Yo, que en mi juventud canté gregoriano cuando estudiaba para religioso; que entre 1963 y 1967 fui profesor de historia y español en dos países de África negra, participando involuntariamente en uno de los frecuentes golpes de estado que se daban en las colonias francesas después de su independencia; que entre 1969 y 1975 participé en los movimientos de oposición en Madrid, terminando casi siempre las manifestaciones corriendo delante de los temidos “grises”; que en 1976, ya en Jaén, canté por primera vez la Internacional con otros históricos del socialismo e iba de pueblo en pueblo constituyendo la base política y sindical de mi filiación ideológica; que como historiador me importa más investigar la situación económica social del pueblo que la jefatura política y económica de los que gobiernan, porque ellos fueron  en el pasado la causa de la infelicidad del pueblo….; finalmente decir que, cuando vuestro Alcalde Luis Villarejo me propuso ser Pregonero de las Fiestas de la Batalla de Bailén, pensé como Fausto: CAMBIO MI VIDA POR ESTE MOMENTO.
 
-        Cada pregonero de las fiestas busca en la tradición popular algo viejo del día a día, o algo olvidado.

Nunca un Pregonero, sea cual sea su pasado emérito, podrá tener mayor honor que serlo en Bailén, porque se convierte con la palabra en el cántaro de María Bellido, esa mujer que, como vosotras mujeres de Bailén, tenia la grandeza de la humildad, la fuerza de la valentía y la belleza maternal.

Cada año, este rito popular de pregonar ha tenido en Bailén un nombre. Antes de mí fue pregonera María Angustias Rodríguez, mujer valiente y necesaria en la política de la provincia, defendiendo la igualdad de las mujeres en Jaén y en el Congreso de los Diputados; Manuel Díaz Povedano, ilustre militar que, a través de la investigación político-social de aquel 19 de Julio de 1.808, os confesó: "salvar la Patria no es tarea de iluminados o visionarios, sino para todo un pueblo"; Pedro Luis Linares, profesor de la Universidad de Granada, que en el 1.990, eligiendo la psicología diaria, invocó al "duende protector de Bailén" para que concediera a este pueblo un decálogo de buenos deseos. Y no me olvido de Manuel Gómez Bur, pregonero de estas fiestas, que lo conocí durante un homenaje que el Ayuntamiento de Bailén le dio; recuerdo aún aquella noche estival mientras caía por este balcón el pergamino de su pregón. Aunque Gómez Bur se fue lejos el pasado mes de mayo a un escenario celeste, nunca dejará las tablas de la escena y posiblemente ahora esté junto a mí en este balcón o con vosotros en la plaza. Os pido para él el calor de vuestros aplausos.
 

-        El pregón de 1991 desde la heterodoxia
 
Es uso y costumbre que el pregonero, buscando en el pasado y el presente, elija temas vivenciales que animen o que ilustren este momento festivo. Sirviéndome de la radioscopia popular en mis conversaciones con muchos de vosotros, he elegido ilustrar una parte de la tradición de estas fiestas, pero desde la heterodoxia, que no es otra cosa que sembrar duda para diferenciar qué parte de la tradición es historia y qué parte no la es. La tradición es la memoria de los pueblos, fácilmente manipulable por quienes ejercen el poder o están a su servicio. Historia y tradición no son lo mismo, aunque tengan de común el pasado. Por ello, para conocer qué parte de la historia ha sido manipulada en la tradición de estas fiestas, he buscado las divergencias entre la historia y la tradición de unos hechos comunes que comienzan en 1808. Cuando en mi juventud estudiaba entre las paredes de un claustro la historia de la Iglesia Católica, un viejo profesor de Historia y Teología nos decía en su aula: “algunos herejes que la Iglesia ha condenado, estaban en la verdad y fueron más ortodoxos que muchos de sus renombrados teólogos”. Varias décadas después, cuando estudio o investigo nuestro pasado, después de hacerlo lo pongo en duda actuando como los heterodoxos de antaño.

Definiré heterodoxia con algunos ejemplos: heterodoxia es el río Guadiana que sigue siendo río cuando se sumerge por las tierras de la Mancha; heterodoxia es casarse por el Juzgado sin pasar por la vicaría; heterodoxia es que el próximo pregonero del 1.992 sea el embajador de Francia en Madrid, esperando que desmienta la leyenda urbana de que la Batalla de Bailén, la más vergonzosa derrota del invencible ejército de Napoleón, no se encuentra inscrita en el Arco de Triunfo de los Campos Elíseos como una de las batallas ganadas por el Ejército francés. Finalmente, heterodoxia es en muchas veces la única y posible actitud para buscar la verdad y ser libres. Sé que en el pasado ser heterodoxo era terminar en la hoguera de la Inquisición, anatematizado social e intelectualmente por las sacristías de los pueblos o por figuras tan relevantes como la del insigne y prolijo escritor Menéndez Pelayo; a finales del siglo XIX Menéndez Pelayo publicaba su voluminosa obra la “Historia de los heterodoxos españoles”, poniendo a España al servicio de Dios.

Posiblemente ser heterodoxo con las fiestas que pregono desde este balcón es un gran riesgo que corro, sobre todo cuando tengo en mente una sentencia muy sabia de San Juan Crisóstomo: Est traditio: nihil quoeras; es decir: Existe la tradición: no busques más. A pesar de tan sabia advertencia, no le haré caso, pero sí a Menéndez Pelayo cuando decía: “el primer deber de todo historiador honrado es ahondar en la investigación cuanto pueda, no desdeñar ningún documento y corregirse a sí mismo cuantas veces sea menester”.

En estos días, para interpretar heterodoxamente al pueblo de Bailén, he observado aquellas cosas y circunstancias que en un momento determinado han tenido y tienen significación en vuestra memoria de pueblo, siendo alguna de ellas parte de la vida diaria. El mejor material de mi cuaderno de campo ha sido la observación y el diálogo con viejos amigos de Bailén (obreros y empresarios del tejar que entre 1978 y 1979 negocié con ellos sus convenios, o vecinos con los que ocasionalmente me encontraba y preguntaba sobre aquellas cosas de estas fiestas que cambiarían). Así, antes de hilar este pregón, he pasado tardes y tardes entre vosotros, observando y preguntando sobre muchos temas del día a día, y también  sobre algunos hitos que son vuestro pasado como pueblo, oyendo diferentes versiones. Entre todos los apuntes tomados he elegido los que son el ornamento de la Fiesta del 19 de Julio pero, como he dicho antes, desde la heterodoxia aunque tenga efecto boomerang contra mí:

  • La desviación de la carretera Nacional IV para construir la Autovía de Andalucía.
  • La excesiva manifestación patriótica del Ejército durante las fiestas, cuando los héroes de la Guerra de la Independencia fueron el pueblo español de las guerrillas contra los franceses o el del Pueblo de Bailén con la batalla gloriosa del 19 de julio de 1808;
  • Y el monumento que falta por erigir a María Bellido, no el saldo escultórico que se levanta en la plaza del General Castaños.

-        La desviación de la carretera Nacional IV para construir la Autovía de Andalucía.

El bien público de las carreteras es una exigencia que todos deseamos. Ellas vertebran nuestra economía. Bailén, por su situación en la piel de toro y capacidad productiva, ha sido la Casa de Postas Principal en viejos tiempos, y hoy sigue siendo la brújula de todos los caminos que entran en Andalucía por Despeñaperros.

Yo, que soy un impenitente viajero, cuando encuentro la dirección y kilómetros a Bailén, me animo. Así sucede a todos los que vienen o se van de nuestra tierra. Al pasar por Bailén, saben que están a medio camino o llegando a su destino: el Zodiaco, la Barra, el Paso, Lope de Sosa y el Parador Nacional son el descanso obligado y confortante. Para los coches, autobuses y camiones son referencia de calidad sus talleres y estaciones de servicio para reparar las averías o repostar. La iniciativa privada, la laboriosidad de vuestras manos, el arte industrial y artesano de tejares y alfares, han hecho de este pueblo que sea algo más que un pueblo por donde pasa la carretera o el lugar de una Batalla, que junto al levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid, los historiadores dan como comienzo de la Historia Contemporánea de España.
 
Bailén debiera ser el lugar y el pueblo que recibiera la alta consideración oficial de bien público. No obstante, la autovía ha creado en muchas de vuestras casas la situación dudosa y de crisis en el próximo futuro. Yo os pido que seáis heterodoxos reivindicando popularmente y sin miedo a las circunstancia, si no queréis sufrir como otros pueblos el aislamiento por la exigencia de la velocidad, la seguridad y el bien público. Antes del siglo XIX con la Casa de Postas Principal y a partir de 1934 con la inauguración del Parador Nacional, Bailén ha sido durante siglos, por su situación geográfica y los servicios prestados, un lugar de bien público que debió protegerse por los que gobernaban en Madrid, Jaén y ahora en Sevilla; sin embargo, cuando llegaron los topógrafos y la maquinaría pesada para construir en el sendero de la Nacional IV la Autovía de Andalucía, crearon un semicinturón alejando de la población el tránsito tradicional del viejo eje coaxial Bailén-Motril y Bailén-Albacete. Aunque mañana yo sienta la presión política cercana por mis palabras, me pregunto: ¿quién de Jaén, Sevilla o Madrid ha programado una compensación por los daños o una alternativa vía transferencia al Ayuntamiento? ¿Nadie que nos representa en Jaén, Sevilla y Madrid recuerda el servicio público prestado a viajeros y mercancías durante años y años no sólo por vosotros, sino por todas las generaciones que os precedieron? Nunca olvidéis lo que un día, el 19 de Julio de 1.808 hizo María Bellido, aunque en el intento se rompa más de un cántaro.
 

-        La tradición militar de las fiestas de Bailén: Un pasado más y menos glorioso.

Sr. Alcalde y viejo compañero en la lucha sindical y política. Cuando a finales de la década de los setenta yo negociaba con Salvador Ortiz, José María Sánchez y contigo los convenios de tejas y ladrillos, buscábamos la ruptura con el pasado, pero sólo pudimos conseguir política y socialmente una transición vigilada por el ruido de los sables. Eran tiempos en los que todo estaba por hacer. Ha pasado más de una década y desde el pasado 26 de mayo eres el alcalde de Bailén. Tienes cuatro años para trabajar por tus vecinos, dando al César lo que es del César y al Pueblo lo que es del Pueblo. Si quieres ser un alcalde heterodoxo, si quieres que tu pueblo celebre estas fiestas según  la historia y no continuar con la tradición del viejo absolutismo de épocas pasadas, haz que las próximas fiestas del 1.992 sean las fiestas en las que una representación del Ejercito venga a homenajear al pueblo de Bailén y no viceversa, porque como dijo desde este balcón Manuel Díaz Povedano, militar y pregonero, “salvar la Patria no es tarea de iluminadas o visionarios, sino para todo un pueblo”.

Te lo dice alguien que conoce nuestra historia y que desde hace pocos años siente orgullo por la Institución militar. Preguntadle a vuestro cronista oficial, Matías de Haro, si esta tradición militar de las fiestas es del pueblo de Bailén o es la tradición que se impuso desde Madrid por conveniencias políticas y militares de la época. A pesar de que la Batalla fue en 1808, la Fiesta del 19 de Julio comenzó a celebrarse en 1817 sin presencia militar y así hasta la última década del siglo XIX. Entonces la España de la Restauración vivía inmersa en una profunda depresión económica y social, el caciquismo gobernaba los pueblos de España y el Parlamento sólo representaba a la nobleza, a la burguesía y al Ejército perdedor de aquel imperio “en el que no se ponía el sol”. La última puesta de sol en ultramar fue en 1898 con la pérdida de las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas. A la jerarquía militar sólo le quedó acuartelarse en la “España oficial” y en el cercano territorio de Marruecos, que desde 1890 las cabilas rifeñas habían intentado conquistar Melilla y otros enclaves.

En esta situación de desastre y ruina, mientras Miguel de Unamuno  proclamaba que lo que el pueblo español necesita es cobrar confianza en sí [...] tener un sentimiento y un ideal propios acerca de la vida y de su valor”, los gobiernos conservadores y liberales buscaron el fervor patrio para los militares. Lo encontraron en las fiestas de la Batalla de Bailén de 1890.  Hasta entonces el Ejército y los gobiernos de la monarquía sólo se habían acordado de Bailén dos veces: la primera el 4 de septiembre de 1808, mes y medio después de la Batalla, creando el Regimiento de Infantería y Caballería de Bailén número 43 que, según los azarosos avatares de nuestra historia del Siglo XIX, fue muchas veces disuelto y repuesto; la segunda vez que se acordaron de este pueblo fue en 1862 cuando Isabel II, visitando la provincia de Jaén, donó a Bailén una estatua que no tenía ubicación en Madrid. 

Como he dicho, uno de los lugares para mitigar la pérdida de las colonias y alimentar el fervor patrio para los militares, fue Bailén. El 19 de julio de 1890 el Ejército español tuvo por primera vez presencia en las Fiestas de la Batalla. El Escuadrón de Sagunto de la Guarnición de Córdoba desfiló por sus calles. En 1897 vino una sección del Regimiento de Caballería de Villarrobledo…En 1908, primer centenario de la Batalla, los gobiernos de Madrid y Jaén se olvidaron una vez más de Bailén. El ilustre cronista de esta Ciudad, Matías de Haro, lo denuncia cuando investiga la tramoya política y militar que Jaén, Madrid, Zaragoza, Gerona y en otras ciudades levantan para celebrar el primer aniversario, apoderándose del nombre y la Batalla de Bailén en fastuosos actos, quedando esta ciudad y sus vecinos como convidados de piedra. Matías de Haro escribe: “hemos visto acuerdos municipales y cartas cruzadas entre Autoridades y los Jerifaltes de la Política Nacional y Provincial… para sonrojarse de vergüenza…, el fervor oficial sólo alcanzó a conceder la venida de una representación del Ejército, de las distintas armas del mismo…El 18 de julio por la mañana llegaron de Córdoba un escuadrón de lanceros de Sagunto, una Compañía de Infantería con bandera y música del Regimiento de la Reina y dos piezas de Artillería ligera”.

Siguiendo con el relato histórico sobre la presencia militar en Bailén durante las  fiestas de la Batalla, esta presencia continuó durante el siglo XX hasta julio de 1936. En el programa de la Comisión de Festejos, que presidía el alcalde socialista Juan Comino Soriano, reseña para el 18 de Julio la recepción y desfile de una Sección del Regimiento de Lepanto, n.º 5, con música, bandas de cornetas, tambores y escuadra de gastadores. Todo quedó sobre el papel del programa por que se suspendieron las fiestas: ese mismo día Franco y la mayoría del Ejército regular se sublevaron contra el Gobierno de la República; en 1939, terminada la guerra civil, el nuevo ayuntamiento franquista habría la portada del programa con la siguiente leyenda: “Fiestas conmemorativas CXXXI Aniversario de la Batalla de Bailén y III del Glorioso Alzamiento Nacional. Franco. Franco. Franco”, seguido de grandilocuentes soflamas para el Dictador y su  Glorioso Ejército”. Nada se indica sobre qué Unidad militar desfilaría el 18 y días siguientes, salvo fuerzas del Ejército, Milicias y Organizaciones juveniles del FET y de las JONS. 

Cuando paseaba por vuestras calles tomando nota, un vecino de la calle General Serrano Rojas me manifestó sentirse orgulloso de vivir en esta calle por su humanidad y carrera militar que hasta entonces había desarrollado Ramón Serrano Rioja, al que conocía cuando éste vivía en Bailén. Después me confirmaron que los méritos del General Serrano Rojas eran reconocidos por todas las clases sociales. En una democracia, las asociaciones y los ayuntamientos de los pueblos deben rendir homenaje a sus vecinos que fueron ejemplo profesional y personal para todos ellos y para generaciones posteriores. Una vez más traigo las palabras de Matías de Haro, que al estudiar el callejero de Bailén desde primeros del siglo XX, se quejaba: “Bailén honra a personajes funestos que nos llegaron de fuera, en cambio no fue capaz en modo alguno de honrar como correspondía a caballeros de próximos pasados tiempos, que tanto dieron a nuestra Ciudad”. En mi paseo por la Ciudad he leído el nombre de alguno de esos personajes funestos. Es por eso que este Ayuntamiento, hoy presidido  por ti, alcalde, y mañana posiblemente por otro, sea del signo político que sea, practiquéis la heterodoxia de Miguel de Unamuno cuando comparaba la historia oficial con la intrahistoria del pueblo: "... los periódicos nada dicen de la vida silenciosa de los millones de hombres sin historia que a todas horas del día... se levantan a una orden del sol, y van a sus campos a proseguir la silenciosa labor cotidiana y eterna...esa vida intrahistórica, silenciosa y continua...es la sustancia misma del progreso, la verdadera tradición eterna". ¿Cómo es posible que en el callejero de Bailén, además de las calles  Alfareros y Tejares no estén rotulados los nombres de grandes ceramistas, alfareros y emprendedores del sector que en el pasado y hoy tiene esta epopéyica ciudad? Espero que otros bailenenses, además de los de alta cuna, también los de baja cuna tengan el reconocimiento institucional. Muchos de ellos, además de dedicar su vida a la familia y a sus vecinos, consiguieron ser un referente social para Bailén.
 

-        El monumento que falta por erigir a María Bellido, no el saldo escultórico que se levanta en la plaza del General Castaños.

Hace unas noches me encontraba sentado en la Plaza del General Castaños. Pensé, ¡qué  fuente tiene Bailén, pero que mal monumento a María Bellido! Aquella reina de la inestabilidad e intrigas, Isabel II, se comprometió con Bailén a erigir un monumento a la heroína María Bellido, mujer de sesenta y cinco años, curtida por el trabajo y la lucha diaria en la España de los primeros años del siglo XIX. María Inés Juliana Bellido Vallejo como se llamaba nuestra heroína del 19 de Julio de 1808, moría en Bailén meses después, el 7 de marzo de 1809.

En la provincia de Jaén sucedieron dos hechos históricos que han marcado su transcendencia en la historia de España. La batalla de las Navas de Tolosa, el 16 de julio de 1.212 y la Batalla de Bailén el 19 de julio de 1808. En ambas batallas sendos  personajes humildes del pueblo pasaron a la historia y a leyendas tardías que historiadores y apologéticos del poder describieron y usaron con diferentes fines su presencia.

En Navas de Tolosa fue un pastor local, que tres siglos después el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo lo identifica como Martín Alhaja. Este pastor reveló a las tropas cristianas del rey Alfonso VIII de Castilla la existencia de una senda segura para llegar a la zona del enfrentamiento sin ser descubiertos y emboscar a las tropas del campamento musulmán de Muhámmad an-Násir. Antonio González Orea, viejo amigo y escultor, autor del monumento de la Batalla de Navas de Tolosa que hoy se levanta en La Carolina, describía en Cuadernos de Historia la anatomía del proceso de creación del monumento. En ese proceso de su creación escultórica monumental, González Orea dice:

En primer término, sobre la proa, como vigía que avanza y señala el camino, la escultura del pastor realizado en bronce: Grácil, dinámica y a la vez con un matiz angélico. La tradición y el mismo Rey los creía, considerando a aquel ser desconocido como un enviado de Dios. La hagiografía de la época lo identifica con San Isidro…., por ello quise resaltar la importancia de esta figura como síntesis y símbolo de la realidad de una época en la que la fe era móvil que arrastraba hasta los grandes triunfos o los grandes desastres…Estas palabras las cojo de una crónica histórica de la Batalla escritas por el Arzobispo de Toledo, Ximenez de Rada, testigo de ella, justificando la importancia de este pastor: «Dios omnipotente nos envió un hombre que había apacentado ganado. Este nos mostró un camino fácil, practicable por un declive. No fue necesario ocultarse a la mirada de los enemigos…Y por don de Dios, así fue, que Dios escoge a veces por heraldos suyos a gentes ínfimas»”.

El mismo rey Alfonso VIII confirmaba al Papa Inocencio III el relato sobre el pastor: “nuestros magnates que iban en la vanguardia, guiados por un rústico que Dios nos envió impensadamente, encontraron allí mismo otro paso bastante fácil, y desconociendo los sarracenos aquél paso, pusieron las tiendas en un sitio próximo al ejército enemigo”. El monumento de esta batalla medieval entre dos ideologías religiosas y políticas fue inaugurado hace diez años, el 17 de julio de 1981.

El pastor de Navas de Tolosa tuvo un inmediato reconocimiento en crónicas y cronicones de la época y también de los historiadores hasta nuestros días. No fue así para María Bellido durante varias décadas. Después de su muerte en 1809, salvo en el recorrido boca en boca de su hazaña entre los vecinos de Bailén, sobre todo entre su familia, María Bellido fue olvidada hasta 1862. Caprichosamente, una vez más, nuestra historia de pueblo, la intrahistoria de héroes de baja cuna, se quedó sin reconocimiento público.

En octubre de 1862, 54 años después de la Batalla, la reina Isabel II visita la provincia de Jaén. A Bailén llega el 6 de octubre, a las 10,30 horas de la noche. Al día siguiente recorre algunas calles. En uno de los actos que las autoridades celebran con la Reina, el poeta y diputado provincial Francisco Rentero le ofrece la bala que supuestamente rompió el cántaro de María Bellido, guardada hasta entonces por un familiar de la heroína, relatándole cómo actuó María Bellido:

Señora: Otros pueblos han hecho a V.M. obsequios de gran valor. Bailén sólo es rico en gloriosos recuerdos y en el cariño y lealtad a sus Reyes. Por eso sólo puede ofrecer hoy a V.M. este tosco pedazo de hierro, que es al mismo tiempo un pedazo de su gloria. Dígnese V.M. admitirlo y si V.M. lo permite, le haré una breve reseña del recuerdo histórico que encierra.

Una vez que la Reina le concedió la palabra, Francisco Rentero continuó:

“…en lo más recio de la batalla que inmortalizó los campos de Bailén, una hija de este pueblo llamada Luisa Bellido, como otras muchas, discurría por entre las filas del ejército, prodigando consuelo a los heridos y mitigando la sed abrasadora de nuestros soldados; y al ofrecer agua al ilustre general Reding, esta bala rompió el cántaro que llevaba en la cadera. Sin inmutarse, con serenidad del héroe, recogió del suelo el cántaro que aún tenía en su centro la bala apagada y una cantidad pequeña de agua, la ofreció de nuevo al general. Vuestro augusto padre, Señora, premió tan heroica hazana, señalando a María Luisa Bellido  una pensión vitalicia, que sólo pudo disfrutar dos meses después de su concesión…Que si la bala significa in pedazo de nuestra gloria, sólo está bien que V.M. la guarde como la más fiel depositaria de la honra nacional”

Isabel II deja Bailén tras realizar varias donaciones: un reloj de mesa para ser rifado y sufragar la construcción de un monumento a la Batalla de Bailén, y una escultura que exaltara a la España victoriosa. El reloj llegó a Bailén 46 años después, en 1908, cuando se cumplía el primer aniversario de la Batalla. La escultura, que se encuentra erigida en la Plaza del General Castaños, procede de los jardines del Buen Retiro de Madrid. Es una escultura clásica de una diosa romana que sujeta con una mano una bandera y con la otra un escudo simbolizando la "España Victoriosa”.

Aunque por una manipulación fermentada en el pasado la escultura de la diosa romana es identificada en Bailén como María Bellido, nunca será María Bellido, aquella mujer de 65 años que tuvo como bandera su arrojo en el fragor de la batalla y como escudo un  cántaro para mitigar la sed de los combatientes. María Bellido es algo más que este hecho, porque ella representa al pueblo de Bailén, aquel que el general Francisco Javier Castaños,  jefe de las fuerzas españolas, elogió después de la Batalla: "Heroicos vecinos, cuya lealtad y patriotismo debe servir de ejemplo y será bien señalada en la historia de nuestra gloriosa guerra; pues aunque algunos podrán querer competir en los auxilios de víveres y agua que arriesgando su vida proporcionaron durante la batalla, sin que las mujeres y niños cediesen en nada a los más esforzados varones".

Hasta hoy, julio de 1991, María Bellido no tiene un monumento, un monumento que al pasar el viandante, sea de Bailén o venga a visitar esta noble y heroica Ciudad, al contemplarlo diga: MARÍA BELLIDO. Hasta entonces, el mejor de los monumentos que tiene María Bellido en Bailén es la placa descubierta en 1908, en la calle rotulada con su nombre, cuya leyenda dice: "Los obreros de Bailén a María Bellido, prototipo de valor y caridad en el centenario de su heroica hazaña: 19 de julio de 1808-1908". Este hito tan humilde y sencillo tiene más memoria e historia real sobre Bailén que la isabelina “matrona”.

Después de contemplar la diosa matrona, dejé la Plaza del General Castaños y me dirigí al paseo de las Palmeras. ¡Qué lugar único! rodeado por 77 palmeras adultas y una de talle infantil. Al fondo el monumento a la Batalla de Bailén, combinación perfecta de arquitectura monumental y cerámica en bajo relieve. El arquitecto Vicente Sánchez Andújar y el ceramista José Antonio Rivas han conjugado fuerza y diseño (figuras geométricas como tetraedros, cemento y cerámica con la técnica de bajo relieves, representando en varios murales el cuadro de Casado del Alisal (“La rendición de Bailén”) y la actividad económica que desde siglos atrás sustenta a esta población: la cerámica y el olivar. He tenido el privilegio de contemplar el Monumento  junto a uno de sus autores, mi viejo amigo José Antonio Rivas con quien compartí en el pasado sus exposiciones en Andújar, Linares, Jaén…, siendo casi siempre el crítico de sus catálogos. Antes de dejar el Monumento, leo dos pequeños poemas escritos en ambos lados del mismo, poemas escritos por José Antonio Rivas, aunque le confesé que más que un homenaje a los héroes de Bailén, era un homenaje a los franceses vencidos:   
 

"AQUI ESTÁIS,
   YA NO SOIS HÉROES,
LA TIERRA POR DONDE RODASTEIS JUNTOS
NO GUARDA RENCOR NI ODIO.
PORQUE EL COLOR PURPURA DE UNA SOLA SANGRE DERRAMADA,
FERTILIZÓ ESTE PUEBLO NOBLE,
HOY HERMANOS DE FRANCIA".

 Como he dicho al comienzo, es uso y costumbre que el pregonero, buscando en el pasado y presente, elija temas vivenciales que animen o que ilustren este momento festivo. Yo he elegido ilustrar lo que he tenido delante de mis ojos, valiéndome como lo hacían los heterodoxos en siglos pasados, de la crítica y divergencia entre tradición e historia. Ahora, querido Pueblo de Bailén os toca a vosotros juzgar.
Me quiero despedir deseando que disfrutéis vuestras fiestas y cuando terminen, que consigáis vuestros sueños.  
 

PUEBLO DE BAILÉN, FELICES FIESTAS DEL "DIECINUEVE DE JULIO" de 1991.
 

Bailén, 17 de julio de 1991

 

sábado, 17 de noviembre de 2018


El 16/11/2017 Micaela Navarro decía a Europa Press que “los derechos se defienden con el voto”. En democracia es lógica esta obviedad.

Según el Diario Jaén del 17/11/2019, cuando a Micaela Navarro, diputada socialista, le han concedido en Andújar el premio de “Peregrino del año”, que por aquello de la igualdad debiera ser “Peregrina del año”, se emocionó al hablar de la Virgen de la Cabeza, que lleva siempre consigo. Es lógico que así sea cuando se pertenece a la Iglesia Católica y tiene fe.

Sólo una exposición previa ante de una pregunta.

Para recuperar la memoria histórica en España y Andalucía, se han publicado leyes por gobiernos socialistas: Ley 52/2007, artículos 15, 16 y 17 (José Luis Zapatero, Presidente del Gobierno de España); Ley 2/2017, artículo 32 (Susana Díaz, Presidenta de la Junta de Andalucía).

Es lógico que las personas se sientan bien con sus creencias y que en democracia defendamos los derechos votando, pero la democracia exige que se cumplan las leyes que las rige comenzando, según el grado de responsabilidad y representación, sus legisladores, las instituciones públicas y privadas, y los ciudadanos y ciudadanas de a pie.

Micaela Navarro, como diputada socialista con el Gobierno de Zapatero, fue legisladora de la Ley 52/2007, también lo es ahora con el Gobierno de Sánchez. Desde 2007 hasta la fecha ha sido Secretaria General del PSOE de Andújar y Presidenta del PSOE de Jaén, Nacional y Andalucía.

Han pasado 11 años desde la publicación de la Ley de la Memoria Histórica y la noticia local es que Micaela Navarro ha sido premiada como Peregrina de honor de la Virgen de la Cabeza, por los siguientes méritos: ser “una devota, de las que hay pocas, que pregona por todo el mundo su Virgen de la Cabeza, su sierra, Su Parque Natural y su Camino Viejo”.

Siendo Micaela Navarro en la actualidad Diputada socialista, 2ª Presidenta del Congreso de los Diputados y Presidenta del PSOE de Andalucía ¿Por qué es colaboradora silenciosa de que se incumplan las citadas leyes en Andújar ciudad y en su Santuario, cuando ella conoce por peregrinaje que el Santuario de la Virgen de la Cabeza es un mausoleo del franquismo, como lo es el Valle de los Caídos?

Unos ejemplos:
 







































 

viernes, 8 de julio de 2016

Denuncian al Ayuntamiento de Andújar por los hitos franquistas que continúan en pie

Cuando la historia no se conoce o voluntariamente se desconoce porque los intereses creados y los imponderables de los que gobiernan son más fuertes que las ideas y la identidad de los pueblos, suele suceder lo que está acaeciendo en Andújar: “Denuncian al Ayuntamiento de Andújar por los hitos franquistas que continúan en pie.

Así no es de extrañar que algunos medios de comunicación se hagan eco y titulen "¡Viva la Virgen de la Cabeza! ¿Viva Francisco Franco!"